¡Consultor digital con 19 años de experiencia!

Aaron Caterina

¡Tu gran idea de negocio está frente a tus narices!

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Uno de estos días mi madre me pidió un favor, que le hiciera las veces de conductor para un par de diligencias que tenía pendientes desde hace un tiempo. Como mi madre tiene un pequeño negocio y yo también ando en lo mío, nos pusimos a conversar sobre el tema, en específico sobre lo importante que no era diversificar en productos o servicios que no conocíamos muy bien o que no teníamos el conocimiento práctico suficiente como para llevarlo a cabo.

Ok… como es normal, a un par de personas conocidas le zumbaría el oído porque nos pusimos a analizar sobre sus «grandes» ideas de negocios (y perdón, pero el entrecomillas no es en tono de burla, más adelante explico) basándonos en nuestra experiencia, sobre todo en la mía, que soy el más experto estrellándome en estos menesteres del emprendimiento.

Una de estas ideas era la de vender productos cosméticos estilo multinivel.

Esta persona me había comentado que este año tenía entre sus planes dedicarse de lleno a esto y dejar todos sus otros emprendimientos a un lado e incluso me había invitado a mi a unirme a su grupo de vendedores.

¡Sí a mi!

Ok… primero aclaro, no tiene nada de malo que me inviten a vender X o Y producto, lo que me causó curiosidad fue el por qué esta persona había pensado en mi para vender un producto que ni al caso, yo soy un hombre de ordenadores no de perfumes, cosméticos, etc..

Mi madre me dijo – Aaron, pensó en ti porque como tu «vendes cosas por internet», entonces, ella cree que tu puedes vender sus productos por allí también.

Pareciera que el motivo por el cual me abordó fue racional; sin embargo, fue emocional; es decir, pensó en el dinero que podría hacer si una persona que sabe manejar la onda de vender por internet vendiera estos productos que ella comercializaba.

La realidad es que no la culpo porque quiere crecer financieramente, tener una mejor calidad de vidad, darse sus pequeños gustos; lo que me indigna un poco es que quienes le impulsan a vender a diestra y siniestra no le han enseñado a identificar potenciales clientes y afiliados.

En fin. Comprendí que esta persona tampoco conoce muy bien el producto que está vendiendo y mucho menos su cliente ideal.

Ahora, al asunto de las comillas («»).

Lo más triste de todo es que tiene talento para crear productos por lo cual es conocida entre su círculo de allegados y que incluso venderlos le serviría como una gran plataforma para realizar ventas cruzadas sobre el producto cosmético multinivel que vende.

Pero ella simplemente cree que su talento natural no es un buen negocio (¡Mi madre y yo creemos que sí!).

¿Cuál es el punto?

Mi experiencia, que ronda en pequeños negocios, me ha confirmado que la mayoría de las personas buscamos oportunidades en emprendimientos en lo que no tenemos la más mínima idea de cómo funcionan y vamos dejando a un lado el talento natural que poseemos.

Por eso es que esas grandes ideas se convierten en grandes frustraciones y fracasos. (Ojo, que fracasar no tiene nada de malo).

A veces tenemos una gran idea de negocios en nuestras narices y no la podemos ver. ¿No crees?

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Consultor digital, desarrollador, growth hacker, SEO.

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